Entrevista al poeta José Luis Zerón
“Estamos
condenados a la incertidumbre”
Un poemario por momentos
críptico, a instantes diáfano, que acoge, que expulsa, que repele, que transita
por el filo y se hace llama, que se atrinchera en lo que no puede responderse…
todo esto es ‘De exilios y moradas’ (Polibea), el último poemario de José Luis
Zerón (Orihuela, 1965),
La
poesía, ¿tiene más de morada que de exilio?
La poesía nos brinda refugio y
al mismo tiempo nos arroja a la intemperie. En algunas ocasiones, es una
posibilidad de salvación y, en otras, un acto de resistencia. En cualquier caso,
la poesía siempre es exigente y nos somete a un grado de intensificación que
nos exalta y nos desasosiega. Tiene una naturaleza
paradójica: puede resultar tan acogedora como inhóspita. Uno no siempre
está preparado para soportar el estado de máxima alerta que exige la poesía. Hablo del poeta no acomodado, aquel que no escribe sometido
a la disciplina de un horario, el que nunca ha tratado con el lenguaje gozando
del máximo bienestar de un hotel cinco estrellas. Por ello suelo decir
que vivo la poesía como una suerte y una desgracia.
El próximo 21 de noviembre se
cumplirá el primer aniversario de un poeta excepcional que tuve la suerte de
conocer, Carlos Oroza, recuerdo unas palabras suyas y me hago cómplice de ellas:
“La poesía no es producción. Hay que recibirla, esperarla como un
acontecimiento”.